Bettacar: aportando valor al cliente en la compra de vehículos usados

Recientemente leíamos en el Harvard Business Review un artículo de Bill Taylor titulado «Por favor… ¿podríamos dejar de innovar de una vez?» sobre la obsesión de muchas empresas por forzar la innovación, con resultados inciertos. La innovación, la que realmente conduce a resultados brillantes, se sintetiza en presencia de dos materias primas: el talento y la pasión por nuestra profesión. Estos ingredientes son los que han dado lugar a la iniciativa empresarial que os presentamos en este post.

Tras más de diez años de experiencia en el mundo de la automoción y, más concretamente, en el segmento de los vehículos de ocasión,  Miguel Ángel Beamud, promotor de Bettacar y residente en Alcázar de San Juan, comprendió cuales eran las dos principales carencias que tenía este sector: 
  1. La falta de transparencia  y la mala reputación debido a prácticas poco honestas, como la modificación de cuentakilómetros, entre otras. 
  2. La desconfianza generalizada de los compradores hacia el sector. 
Bettacar nace con el propósito de contribuir a la mejora de la transparencia del sector y, al mismo tiempo, ayudar a los establecimientos a generar una mayor confianza por parte de los potenciales compradores de vehículos usados teniendo en cuenta las incertidumbres presentes en el proceso de compra.
Para conocer el estado real del vehículo, la certificación de calidad de Bettacar consta de dos bloques principales: 
  • Análisis del estado real del vehículo en base a 254 puntos de control, que abarcan las principales áreas: chasis, motor, apariencia externa, etc. En base a este análisis se emiten un informe técnico con el detalle de cada uno de los puntos analizados y el certificado de calidad Bettacar, en el que se da una valoración entre 1 y 5 estrellas al vehículo. 
  • Informe administrativo de la situación del vehículo, su historial y demás información de interés como equipamiento de serie y extras. 
Toda esta información proporciona una visión del estado real y objetivo del vehículo, lo que sin duda representa un gran valor añadido para el futuro comprador. Bettacar dispone de una unidad móvil que se desplaza al lugar en el que se encuentra el vehículo para realizar la certificación, cuyo proceso tiene una duración cercana a las dos horas. Actualmente Bettacar se encuentra en proceso de expansión, teniendo previsto establecerse en una fase inicial en los mercados de Madrid y Castilla-La Mancha, para posteriormente afrontar su expansión a nivel nacional.
Todo nuestro apoyo, pues, a Bettacar y a Miguel Ángel Beamud, el emprendedor que está convirtiendo en realidad esa excelente idea.
El Colectivo quiere agradecer muy especialmente a Sergio Cuesta Mares toda el esfuerzo y el cariño que ha dedicado para hacernos partícipes de esta inspiradora iniciativa.

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